Las prendas de verano pueden pasar fácilmente al otoño, creando conjuntos versátiles y elegantes a medida que el clima se enfría. Tomemos como ejemplo tus vestidos ligeros. Si los combinas con un cárdigan extragrande o una chaqueta vaquera y cambias las sandalias por botines, podrás seguir usando tus vestidos favoritos mucho después de que termine el verano. Agregar medias o leggings aporta calidez adicional sin sacrificar el estilo. Para un look más informal, tenga a mano esas camisetas y camisetas sin mangas. Combínalos con una chaqueta de cuero o un blazer estructurado, y combínalos con bufandas para crear un conjunto listo para el otoño. Estos básicos de verano también quedan bien debajo de prendas de punto acogedoras, ya que ofrecen calidez y un ambiente relajado.

Las faldas midi o maxi fluidas pueden seguir brillando en el otoño cuando se combinan con un suéter de cuello alto o una blusa de manga larga. Completa el look con botas hasta la rodilla o mocasines para una transición elegante de temporada. Una gabardina hecha a medida o una chaqueta estructurada hacen que el conjunto luzca conjunto y, al mismo tiempo, cómodo. Tampoco retires todavía tu mezclilla blanca o de lavado claro. Pueden hacer la transición fácilmente combinándolos con un punto grueso o un suéter de gran tamaño. Termina el look con botines y tendrás un conjunto fresco, listo para el otoño, que se siente nítido y elegante.